martes, 18 de noviembre de 2014

Educación Física, movimiento y curriculum.


Arnold, P.J. (1989). Educación física, movimiento y curriculum. Madrid: Morata (Caps. 1 y 2)

Como introducción habla de la filosofía de la educación como una preparación profesional de los docentes. La educación se puede entender como descriptiva o evaluativa. Esta primera hace referencia al cómo son las cosas sin hacer juicios de valor, mientras que la evaluativa sí formula esos juicios de valor respecto a cómo deberían ser las cosas en vez de cómo son.

Valores como felicidad y su búsqueda; conocimiento y su adquisición; virtud moral y su desarrollo; autorrealización y profundización, dependiendo de la posición en que coloquemos estos será lo que determine nuestra visión de la educación. Los conceptos de la educación son prescriptivos ya que anuncian los contenidos y los métodos que se deben utilizar para la educación.

La educación como concepto evaluativo se interesa tanto por ‘’como se hace’’ como por ‘’lo que se hace’’. Los valores de la educación se consideran tanto fines como medios de la educación. Constituyen su propia integridad.

Los propósitos están determinados por lo que se valora y el orden de prioridad asignado a las evaluaciones. Se pueden nombrar de dos maneras: en relación con los fines deseables o en relación con contextos donde se especifique lo que las personas pretenden hacer.

En educación, los propósitos y los objetivos deberían ir relacionados, ya que son más inmediatos, más específicos, más tangibles y más accesibles.

El termino resultado, se refiere a las consecuencias de un aprendizaje o enseñanza. Puede que estos resultados coincidan o no con los objetivos establecidos. Cuando sí se consigue hablamos de un resultado pretendido, por el contrario cuando no coincide, sea positivo o negativo, hablamos de un resultado no pretendido.
Los términos felicidad y autorrealización, se consideran de escasa orientación sobre qué actividades deberían emprenderse o que procedimientos adoptar y aunque se llegara a realizar alguna especie de programa, sería juzgado por su valor utilitario y no por su razón intrínseca. Una justificación que si acepta estos términos es la llamada ‘’iniciación’’. El propósito de la educación ‘’es lograr que los niños se introduzcan en las actividades y formas de conciencia que caracterizan lo que podríamos llamar una forma civilizada de vida’’.
Los valores instrumentales no interesarían en la educación. Por esto, que no es significativo considerar las actividades en valores extrínsecos. La educación cuando se realiza por sí misma logra resultados útiles.
Volviendo a la iniciación, se insiste en el valor intrínseco de algunas actividades y en cómo se deben enseñar, independientemente de su posterior uso.


El segundo capitulo nos dice que el desarrollo del niño es intelectual y no podemos perder estos fines. La educación es el desarrollo de la mente y esta se determina por el conocimiento.
Se mantiene que los juegos es cuestión de saber como más que de saber algo. Por una parte Peters afirma que los juegos no interesan por lo que constituyen y por otra parte que si los modifican dejan de tener cualquier integridad que poseían.

Podemos observar en las críticas que la iniciación se considera empobrecida y limitada.

1. Ve la educación solo en concepto del desarrollo mental. Interpreta un dualismo más que a una persona completa con capacidades tanto para hacer como para pensar.

2. Excesiva concepción de lo cognitivo. Se refiere a un conocimiento de naturaleza más teórica que práctica.

3. Solo se consideran valiosos los propósitos prácticos al desarrollo de la comprensión intelectual. No se considera actividades como deporte y danza sean para nosotros ejes centrales de nuestra vida.

4. No desarrolla el conjunto de la persona. Descuida otros aspectos de la persona ya que solo se centra en lo cognitivo.

El saber cómo difiere del saber qué, pero no es menos importante en cuanto a la educación de las personas.

La diferencia entre conocimiento teórico y práctico, es que la primera se interesa por la razón y la experiencia, mientras que el segundo se interesa por la ejecución de propósitos en acción, de manera racional y con un grado de éxito.

Diferenciamos el sentido débil del fuerte. El débil una persona realiza una acción espontáneamente pero no sabe como lo ha hecho, mientras que en el sentido fuerte, lo realiza y aparte te lo puede describir.

El conocimiento práctico (saber cómo), se diferencia del conocimiento proposicional (saber que) porque se interesa por la práctica, la acción y hacer algo de modo intencionado. Es decir, se interesa por el dominio de destrezas y de ser capaz de actuar con éxito y comprensión.


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